martes, 17 de enero de 2012

COMO DESGRACIAR NUESTRA CASA

La verdad es que el título previsto inicialmente era "Tres cagadas tres", pero quizás era un poco fuerte, así que he optado por el actual. Y es que la gente se empeña en estropear la estética del edificio donde vive. La comunidad de propietarios no parece que haga nada por evitarlo y el Ayuntamiento (que tiene poder para parar estas payasadas) es absolutamente pasivo, permitiendo que las fachadas concebidas de una determinada manera por sus arquitectos, se afeen con cerramientos incontrolados, obedientes al capricho de propietarios que no tienen en cuenta que al hacer ésto, desvalorizan todas las propiedades, incluso la propia ya que aunque el trozo que les pertenece pueda tener alguna ventaja adicional, el conjunto queda desfigurado, a pegotes y por lo tanto con la estética seriemante dañada y por lo tanto la de la ciudad en general. Así que os voy a poner tres edificios donde ésto ha sucedido hace poco. Los tres han sido rehabilitados más o menos recientemente y tienen la fachada en perfecto estado. Todos tienen más de 45 años y aunque al rehabilitarlos han sufrido la pérdida de algún elemento original o incluso el color con el que fueron concebidos si no fuera por estos pegotes, seguirían teniendo la gracia original, la modernidad con que fueron proyectados.


San Fernando 15 - Alberola Romero y Explanada, 1956: proyectado por Francisco Muñoz Llorens. Rehabilitado en 2008, como se ve en la primera fotografía, no tenía ningún cerramiento, excepto la barandilla de la primera planta que había sido retirada. Al día de hoy, el cerramiento ha crecido hasta el techo y una planta superior, ha sido instalado uno lateral en la terraza principal.


Pintor Aparicio 34-Arquitecto Morell, 1966: el edificio pasó sus primeros 20 años de vida entre paredes medianeras y tejados de naves industriales, en un fondo de saco hasta que en los años 80, se abrieron totalmente y se urbanizaron las dos calles. Pues bien, ha resistido sus primeros 45 años con la fachada impecable, sus grandes voladizos libres de acristalamientos hasta que en 2011, el 3er piso decidió ponerse tal cual se ve en las dos últimas fotos.



Paseo de Soto 15-Pintor Cabrera-Pza de Los Luceros, 1960: espectacular y vistoso edificio con un gran desarrollo de fachada en el que por lo visto, no se permiten ni los toldos. Proyecto atribuido a Alfonso Fajardo. Pues bien, como se ve hay 2 viviendas que han "apersianado" tres balcones. Sin embargo, también hay una buena noticia porque en la última foto hay un acristalamiento que ha sido retirado.
Lo curioso de los tres edificios, es que se trata de viviendas de una superficie considerable y por lo tanto el argumento que a veces se esgrime para justificar esos cerramientos no tiene validez alguna. Los tamaños aproximados de viviendas son respectivamente de 175 m2, 145 m2 y 200 m2.
Y para amenizar el asunto, pues hoy tenemos a Nat King Cole con sus "Tres palabras" preciosa canción que ha tenido multitud de versiones.




4 comentarios:

  1. Ya sabes lo que opino al respecto, EKK, es masoquismo puro pues dices muy bien, al que perjudica y devalúa es a todo el edificio, incluido la propiedad del "artista". Yo lo atribuyo a la falta de autoridad Municipal al respecto, (nunca lo he entendido y ya nunca lo entenderé), y a la vanidad, soberbia y horterismo de algunos propietarios. A las CP no se que les pasa pero yo, a veces, lo comprendo, si le pones pegas a un vecino por su cerramiento puedes acabar con el coche con pintadas a fuerza de llave y zapato y de eso, desgraciadamente, entiendo demasiado.

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  2. Mmmm... publicas los post en el facebook de la Castedo.

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  3. Anónimo: pues precisamente porque me gustaría que no pasara lo que dice ETF en el comentario anterior y el Ayto tomara cartas en el asunto.
    Sí, Enrique supongo que la crueldad de la gente despechada es digna de tener en cuenta también. Si hubiera unanimidad aún, pero como se formen bandos...

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  4. Bueno, bueno pero también hay mucho arquitecto creyendose los reyes del diseño y pasándose la funcionalidad por dicha sea la parte.
    De todo hay en la viña...

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